Entonces
los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y
oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová,
y para los que piensan en su nombre.
Malaquías
3:16
Mi
amigo, cuando se encuentre en una situación muy difícil, no es hora de volver
atrás para ponerse a reconsiderar la fidelidad de Dios ni es hora de alejarse
de Él y decir: "Bueno, Dios, ¿por qué dejaste que esto me sucediera?"
Lo que quiero decirle es que cuando las dificultades tarden en desaparecer y
las circunstancias no estén en línea con las promesas de Dios, no se ponga a
cuestionar la fidelidad de Dios. Él está al tanto de lo que está pasando y no
va a fallarle.
Si
usted va a examinar algo, examínese a sí mismo y considere dónde pudo haber
fallado. Pero si no puede encontrar el origen del problema, simplemente diga:
"Señor, no sé cuál es el problema. Por favor, te pido que me lo muestres.
Sé que Tú no eres el problema. No quiero dejarme llevar por las circunstancias,
sino por tu Palabra". Entonces, cuando Él le muestre lo que es, no se
demore en hacer los cambios necesarios.
Quiero
instarle a que esté firme y siga honrando a Dios con sus palabras. Él estará
oyéndole cuando usted se sienta agobiado por la presión, ¿qué será lo que oirá
de sus labios?
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