Nadie vive una vida completamente libre de
miedo. La Biblia proclama que el miedo es algo que todos los hombres experimentan.
Lo que tenemos que aprender a hacer como personas de fe, es vencer el miedo
cada vez que se atreve a levantar su fea cabeza. Si permitimos que el miedo
permanezca en nuestro corazón y en nuestra mente, puede producir todo tipo de
resultados negativos. Una persona puede llegar a ser paralizada por el miedo.
En otras ocasiones, una persona puede tratar de eliminar lo que teme con una
respuesta precipitada e inadecuada. Ninguna reacción es bíblica o correcta. El
contraataque apropiado a la experiencia de miedo es invocar a Dios. Al expresar
continuamente la fe en la persona de nuestro Dios, que ha prometido suplir
todas nuestras necesidades, la perfecta paz que sobrepasa todo entendimiento
puede llegar a eliminar el temor que estamos viviendo. Así que cuando el miedo
se abre paso no deseado en nuestras vidas, dirija la amenaza percibida a su
Padre Celestial y coloque esa necesidad
en Sus manos muy capaces. Entonces pelee la buena batalla de la fe y crea que su
Padre Celestial está trabajando para suministrarle todo lo que se necesita para
superar cualquier situación que le amenace. ¡Estoy complacido de servir a un
Dios que puede hacer que nada falle!
Salmo 56: 3 - En el día que temo, yo en ti
confío.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario