El Miope no es responsable de su discapacidad y normalmente lo que hace es
acudir a un especialista para resolverlo con unas gafas, pues su problema
radica en no poder distinguir ni visualizar lo que sucede o se presenta en su
entorno.
La miopía espiritual es un problema
mucho más grave, por que dirige nuestras miradas hacia nosotros mismos e impide
que veamos al Señor detrás de los acontecimientos que Él permite.
Por lo general estamos inclinados a
detenernos en las causas inmediatas de lo que nos está ocurriendo, en lugar de
ver la mano de Dios en ellas por eso fácilmente decimos “No tuve suerte”,
“Ojala hubiese podido prever...”, “Si hubiese sido prudente”...
Jesús lo permitió.
Si tengo problemas de dinero, salud,
dificultades en mis negocios, en la familia. “El Señor nos dice “Esto lo he
permitido yo”.
La prueba puede ser permitida a fin
de afirmar nuestra fe y para que manifestemos “Fruto apacible de justicia”
Hebreos 12:11
Claro que también puede ser que
nuestra imprudencia o precipitación nos haya conducido a esa situación que nos
molesta, pero en su misericordia El Señor lo utiliza para detenernos y corregirlos.
Rehusemos esta miopía espiritual que
nos impide percibir la activa mano de Dios de gracia.
Con esta perspectiva todo se
esclarece, todo cambia y podrás ver como Dios se mueve en medio de tu problema.
“Abre mis ojos, y mirare las
maravillas de tu ley” Salmos 119:18
No hay comentarios.:
Publicar un comentario