“Por
la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus
misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.” Lamentaciones
3:22-23
Una madre solicitó audiencia ante el
emperador para pedir por su hijo; el cual se mostró radical en su veredicto:
imponer la justicia con su ejecución, ya que era la segunda vez que se lo
aprendió en el mismo delito.
Desconcertada entre lágrimas la madre
se arrodillo y le dijo: ¡Mi Señor, no pido justicia sino pido misericordia! y
con voz algo quebrantada respondió el emperador: Pero señora, su hijo no merece
misericordia alguna, ya que nuevamente reincide en su delito.
La madre angustiada y con voz
temblorosa le respondió: Su excelencia, si mi hijo se la mereciera, no sería
misericordia, y misericordia es todo lo que le pido. El emperador movido por
las suplicas de esta madre, dio un suspiro y finalmente dijo: Muy bien, tendré
misericordia, y así se salvó la vida de su hijo de la muerte segura.
Cuántas veces hemos recibido la
misericordia de Dios al igual que este hijo que merecía la muerte? cuantas
veces él ha detenido lo que merecíamos al tomar nuestros propios caminos? y también
creemos que Dios está enojado con nosotros y que nos castigara o que no nos
perdonara? pero eso es una más de las mentiras del diablo.
El padre de la mentira pone
pensamientos de culpa, remordimiento, frustración que no lleva al
arrepentimiento, sino solo al remordimiento. Dios ama y hay muchos pasajes
bíblicos que respaldan, porque su misericordia se manifiesta amor, perdón y
reconciliación.
Además a quienes hemos dado lo que
hemos recibido de Dios? Tenemos misericordia por otros? Es más que un sentido
de simpatía, es una práctica, demos y aprovechemos las nuevas oportunidades, y
digamos cada nuevo día: “Dios, gracias por una nueva oportunidad”
“Y pasando Jehová por delante de él,
proclamó! Jehová! Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira,
y grande en misericordia y verdad” Éxodo 34:6
No hay comentarios.:
Publicar un comentario