martes, 17 de mayo de 2016

No Des Lugar Al Enemigo

Muchos de nosotros nos colocamos en situaciones en las que salimos heridos una y otra vez por la  misma persona porque sabemos que las cosas deberían ser diferentes. Nos aferramos a nuestros sueños sobre lo que desearíamos que hubiera sido nuestro pasado, y así nos exponemos a que nos hieran una y otra vez. Si ese eres tú, te aliento a que te liberes de ese pasado —tu «lo que debió haber sido»—, y a que aceptes tu «lo que es» y tu «lo que puede ser». La verdad es poderosa. En ocasiones rompe el corazón, pero al final, te librará. Incluso cuando tratamos con los hábitos dolorosos de nuestro pasado, es importante recordar que tenemos un enemigo cuyo único enfoque es destruir aquello que Dios ama. ¡Y esa eres tú! Él es mentiroso y arrojará basura en el umbral de tu vida todos los días si se lo permites. Debes mantenerte en alerta con esto. Como escribió Pedro en su primera carta: «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar» (5.8). El diablo es un ladrón al que le encantaría robar tu identidad en Cristo. No lo permitas. Jesús vino a darte su vida, vida verdadera. Gracias a Cristo, no tenemos que vivir en el pasado, podemos vivir hoy el presente y mañana vivir una vida que es mejor que la que hubiéramos podido soñar (Juan 10.10). (Del libro "Déjalo en las manos de Dios" 

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