lunes, 13 de febrero de 2017

Se Acordó Dios.




Levántate cada día con la fe y la esperanza de recibir; lo que no fue ayer, hoy puede ser. Dios se acuerda de ti y de los tuyos.

Meditemos en esta palabra que está en Génesis 8:1-4

"Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales que estaban con él en la barca. Hizo que el viento soplara sobre la tierra, y el agua comenzó a bajar; se cerraron las fuentes del mar profundo y también las puertas del cielo. Dejó de llover, y el agua comenzó a bajar poco a poco. Al cabo de ciento cincuenta días, el agua ya iba bajando, y el primer día del mes décimo ya se podían ver las partes más altas de los montes".
Haber, imagínate que podía pasar por la cabeza de Noé.
No paraba de llover, el diluvio no paraba, el agua no disminuía. Sabes que muchas veces a nosotros nos pasa lo mismo que le pasó a Noé:
Los problemas no paran.
La enfermedad no cesa.
Las finanzas van a pique.
La familia se desintegra.
En fin en pocas palabras; no has salido de una, cuando ya estás metido en otra.
Pero hoy tengo buenas noticias para ti: aunque veas todo esto, debes creer y declarar que:
Dios va a actuar a mi favor.
Dios va a defender mi causa.
Algo grande viene para mi.
Esta enfermedad no es para muerte, sino para Dios manifestar su gloria.
De esos problemas Dios me a sacar.
Pronto amanecerá.
Así que si te has acercado a Dios y no te ha respondido, no te desesperes; que así como se acordó de Noé, también se va a acordar de tus peticiones y te llevará a lo más alto de la cima.
Empieza la semana con fe, con optimismo de alcanzar lo que te has proyectado.

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