La
fe en uno mismo es expuesta cuando tenemos miedo de nuestros enemigos. Esto
demuestra que estamos mirando a nuestra fuerza más que a la de Dios. Los
enemigos en esta vida son ciertamente demasiado grandes para nosotros. Por
nosotros mismos no tenemos respuesta a la pobreza, no tenemos respuesta para la
enfermedad. El enemigo es demasiado poderoso para ser conquistado por nuestras
habilidades, nuestra destreza, nuestra fuerza o nuestra inteligencia. Así que
dejemos de mirar a lo imposible y lo improbable con los ojos enfocados en
nosotros mismos. En cambio, mire a las colinas de donde viene su ayuda. ¡Mire
hacia el Dios de su salvación! ¡Si Él fue lo suficientemente fuerte como para
salvarle, Él va a ser lo suficientemente fuerte como para mantenerle! Mire
hacia atrás y dígame si alguna vez Dios no le apoyó. Aún está aquí, todavía
está vivo, todavía hay esperanza, y todavía hay tiempo para que su Dios obre un
milagro en su nombre.
Números
14: 8-9 - Si Jehová se agrada de nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos
la entregará; es una tierra que fluye leche y miel. 9 Por tanto, no seáis
rebeldes contra Jehová ni temáis al pueblo de esta tierra, pues vosotros los
comeréis como pan. Su amparo se ha apartado de ellos y Jehová está con
nosotros: no los temáis.
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