viernes, 9 de septiembre de 2016

Un Cambio de Vida


El ministerio de Juan el Bautista era un ministerio que preparaba los corazones de la gente para la venida inmediata del Señor. Muchos estaban condenados y atraídos a la verdad de lo que Juan predicó. Ellos viajaban al río Jordán, para confesar sus pecados y ser bautizados como un signo de arrepentimiento. Pero el mensaje de Juan también exigió que el arrepentimiento fuera seguido por un cambio de vida. Una cosa es ir a Dios y pedir perdón. Una cosa completamente distinta es aprender a ser librado de los problemas por los que estamos pidiendo perdón. ¡El arrepentimiento no es la liberación! Sólo la Gracia de Dios nos puede librar de los problemas de pecado a los que nos enfrentamos. Sólo la fe en la Cruz puede proporcionar la Gracia que necesitamos para ser cambiados. Así que si de verdad queremos traer frutos dignos de arrepentimiento, es decir, vivir un estilo de vida que corresponda con nuestro odio por el pecado, entonces debemos aprender a recibir la Gracia de superar el pecado del que  nos arrepentimos. ¡No se limite a dar el primer paso, que es el arrepentimiento! Pase a la liberación y la compensación de sí mismo de todas las cosas malas por la fe en Cristo y éste crucificado.
Mateo 3: 8  Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.

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